ACEPTAR EL DOLOR....

ACEPTAR EL DOLOR...

Esto me dijo Laura de su reciente divorcio: "Hago todo lo posible por no llorar". Desde que su esposo decidió terminar la relación, ella se ha negado a enfrentar el final de su matrimonio y la soledad. Nos sentamos, y tras conversar varias horas, pudo entender que ser vulnerable y abrirse al dolor, lejos de hacerla más débil la fortalecería .

Creemos que ser normales implica estar felices todo el tiempo, pero para ser libres y equilibrados, debemos aceptar las emociones, no combatirlas. El dolor existe para llamar nuestra atención, con el fin de que despertemos de situaciones de letargo que, si no modificamos, nos llevarán al sufrimiento. Y si no le prestamos atención a su mensaje comenzamos a sufrir.
Para superar lo único que l amantenia atada al pasado - su dolor emocional - , Laura respondió a esta preguntas con honestidad...

¿Estas dispuesta a enfrentarlo?
El momento ideal para trascender el dolor es el presente. Dejemos de espera que el dolor se vaya solo, que el tiempo lo sane o que las circunstancias cambien. El dolor concluirá sólo cuando lo enfrentemos.

¿Tienes rencores del pasado?
Reconozcamos nuestra historia personal y aceptémosla tal como fue, especialmente durante la niñez. Abrirse a los hechos del pasado y aceptar lo que sucedió nos devolverá la paz interior porque sanará los viejos rencores. sino hacemos las paces con nuestra historia personal, tenderemos a repetirla.

Para aceptar lo que sucedió, ¿necesitas comprenderlos todo?
Cuando usamos la mente para analizar y tratar de entedenr, y dejamos del lado el corazón, hacemos que la situación luzca más grande de lo que es. Cada vez que nos encontremos atados a pensamientos de enojo y de critica, o estemos analizando demasiado lo sucedido, mejor salgamos a caminar o cambiemos el tema de conversación. Hay cosas que son del alma y difícilmente las podemos comprender con lo limitado de nuestro razonamiento. Pero tengamos certeza de que todo lo que nos pasa nos lleva a una mejor manera de vivir si lo sabemos aceptar.

¿Te sientes atrapada?
Si es así, revisemos que no hayamos caido en las trampas más comunes: la arrogancia, el dramatismo, la victimización o la falta de voluntad.

¿Has pedido ayuda?
Confiemos en alguien para que nos escuche sin enjuiciarnos. Al hablar de lo que sentimos comenzamos a sanar. Tambien podemos escribir sobre lo que nos pesa. Al escucharnos o leer sobre lo sucedido, podemos verlo de forma más objetiva y con menos atadura emocional.


¿Estas buscando el equilibro?
Llorar nos desahoga emocionalmente, y las lágrimas sanan las heridas que la razón se niega a cerrar.

¿Estas dispuesta a perdonar?
el perdon transforma al corazón. Disponernos a ofrecer una reconciliación con los demás y con nosotros mismos le dará un giro completo a una situación de dolor. Una vez que hemos perdonado, el corazón se fortalece, se sensibiliza y despierta en nosotros una auténtica humildad. Si uno se aferra a los resentimientos, no puede funcionar con plenitud en el presente.
Aunque no siempre es fácil, librarse del pasado es un proceso escencial para que nuestra vida funcione como queremos...!!!